Por Julio Grinberg, Sommelier LMT
Estimados WineLords, en este espacio es un placer para mí transmitirles aquellas etiquetas de vinos que creo ideales para complementar su historial de degustación, todos los vinos tienen un porqué y estoy seguro que podrán disfrutarlo aún más con la información que dejo a continuación, ¡salud!
Seguramente habrás descorchado algún buen tinto riojano, y te habrás percatado que en general los vinos de la región poseen una personalidad diferencial a los demás, suelen ser cálidos, fragantes, de buen alcohol y levitados por la excelente conexión que posee con el roble. Son vinos enciclopédicos y cada una de las casi 900 bodegas de la zona se ocupan de hacer gala de los excepcionales resultados que ofrece esta noble uva.
Vamos a ubicarnos geográficamente, estamos en España, en la famosa denominación calificada (DOCa) La Rioja, dentro de la porción noroeste conocida como Rioja Alta. Justamente aquí inicia la historia formal de un grupo de vitivinicultores, decidido a catapultar al mundo la magia de esta región, y se juntaron para establecer una Sociedad Anónima conocida hoy como La Rioja Alta SA, la cual dio sus primeros pasos en el año 1890, donde el responsable de sentar las bases adecuadas fue un tal Dr. Alfredo Ardanza. Entonces, estamos hablando de un grupo de bodegas bien unidas, cuya experiencia, hoy, garantiza al consumidor un tacto y un espíritu generacional e innovador, reconocido y aplaudido por la crítica mundial. Viña Ardanza 2015 ha sido una añada clasificada como muy buena, donde la consecuencia en los vinos se nota e interpreta a través de una notoria frescura y elegancia, una considerable carga frutal, taninos redondos y potencias de guarda brillante.
Cabe resaltar que la composición en este vino consiste en la uva Tempranillo de viñas de tres décadas, con el respaldo de su inseparable amiga la Garnacha; las mismas son recogidas a mano, colocadas en cajas para controlar el volumen y no romper las frutas, y son trasladadas en refrigeración a la bodega, para luego seleccionar racimo por racimo y uva por uva con ayuda de la tecnología óptica, obviamente.
Las uvas se fermentaron naturalmente y por separado, sin ayuda de levaduras extras, y luego terminada la misma se activó una transformación conocida como maloláctica, en la que la acidez natural tiende a redondearse considerablemente. Luego se seleccionaron las barricas, donde aún por separado se depositó el Tempranillo, por un período de 36 meses en roble americano, mientras que la Garnacha permaneció solo 30 meses, también en el mismo material, y quedó 6 meses en tanques, esperando a su compañera, para luego embotellar el ensamble final.
Este vino granate oscuro parece recién boleado, contiene aromas potentes, alineados, los cuales presumen de gran personalidad; un abanico de aromas recorre las vías olfativas, especias dulces, anís, bizcochuelo de chocolate, café de olla y compotas. Al paladar, tiene lo suyo, a pesar de ser suculento está hermosamente balanceado, es fresco, estructura notable, reiterando las notas de nariz en conjunto al tabaco y algo de frutas negras machacadas.
Si eres de las personas quienes gustan de comer rico, no dudes en compartirlo en el escenario con un buen short rib braseado, puré de papas con panceta crujiente y mantequilla de ajo asado.