“Al emprender, ya no eres el gran ejecutivo de una empresa con todos los recursos necesarios, eres una sola persona y toca construir el equipo, hacer las relaciones, conformar los productos, formar el track record y todo eso toma tiempo”
Alejandro Garza Salazar
Por Ericka Pedrero
Después de más de 20 años de trabajar en el mundo corporativo, tener una trayectoria internacional en banca de inversión, fusiones y adquisiciones, levantamiento de capitales, finanzas corporativas, y gestión de fondos de inversión de renta variable, Alejandro Garza Salazar tuvo la visión de emprender.
Mientras trabajaba como director de inversiones para el segmento de renta variable y equities para Ashmore, un grupo financiero con sede en Londres, y en el que lideraba un equipo de más de 30 analistas y portafolio managers basados en Washington, Londres, Mumbai, Sao Paulo y Hong Kong, tuvo la idea de crear una firma de origen y nombre mexicano que pudiera competir con los grandes jugadores globales del segmento de inversiones en mercados bursátiles, es así como nace Aztlan Equity Management.
Para Alejandro, tomar la decisión de lanzarse como emprendedor hace siete años y formar su propia empresa “fue fácil”, pues cuenta que “estaba completamente convencido de que podría ser un éxito, un poco partiendo de la ignorancia de lo que implica primero ser un emprendedor y luego un empresario, sin conocer a priori todos los retos y dificultades de operar y crear un negocio”.
Con experiencia, pero desde cero
Alejandro tenía la costumbre y experiencia de ser un ejecutivo de alto nivel, alguien bien compensado, con grandes equipos de trabajo y con muchos recursos a su disposición.
“En el caso de Ashmore, tenía bajo mi responsabilidad cerca de 20 mil millones de dólares de activos bajo gestión. Entonces eso te proyecta con proveedores, que son las grandes bancas de inversión, que te proveen de reportes, de análisis, acceso a las empresas, a los corporativos y toda esta capacidad de recursos que justamente tienes porque estás en una gran corporación y eres un ejecutivo que tiene bajo su responsabilidad los equipos y la gestión y el desempeño de las estrategias”, explica el cofundador de Aztlan.
Sin embargo, “cuando uno emprende representa básicamente empezar desde cero; requiere de mucha ignorancia y de mucho arrojo porque al inicio es muy retador, y una vez que estás en el ruedo necesitas mucha humildad, pues ya no eres un gran ejecutivo en una empresa, con todos los recursos necesarios”.
De acuerdo con Alejandro, cuando decides abandonar el mundo corporativo y formar un negocio propio te das cuenta de que ahora eres una sola persona, a la que le toca construir el equipo, hacer las relaciones, conformar los productos, formar el track record y todo eso toma tiempo, es por ello que los que emprenden deben tener una “visión y compromiso a largo plazo que no te permitan flaquear y decir ‘híjole, está muy complicado, mejor me regreso a mi trabajo’”.
La conformación y los retos
Para el socio director de Aztlan Equity Management, los primeros dos años fueron los más difíciles, pues la empresa se tuvo que conformar desde cero: “construir algo que no existe físicamente, sino en la cabeza de uno e irlo cristalizando paso a paso”, se tuvo que armar un equipo, contratar el talento y crear productos diferenciados que no existían en el mercado para poder competir con los grandes jugadores, que tienen en su haber carteras de no solo billones, sino trillones de dólares.
Uno de los principales retos para Alejandro y sus socios, Othón Ruiz y Ramón Leal, fue armar un equipo que actualmente está conformado por 15 personas, pero gracias a los contactos que hizo durante su trayectoria corporativa pudo integrar un grupo de profesionales internacionales ubicados en Buenos Aires, Madrid y Hong Kong, quienes tienen “grandes experiencias, capacidades de análisis y de contribución al proyecto”.
“Era una persona con una idea y una laptop, y a lo largo del tiempo se fueron conformando el equipo, los productos, la estrategia, la infraestructura, los socios, los clientes…”
Otro factor en contra fue escalar la empresa en una industria en la que los grandes jugadores ya tienen “capturados” a los grandes competidores y corporaciones, “entonces lograr hacernos un espacio en el mercado es difícil”, explica.
Ello va ligado al mayor reto, que fue conseguir el primer cliente (que se logró en dos años), pues había que ganarse su confianza. “Realmente el reto más grande ha sido siempre la parte de clientes, ventas, el lograr vender. Pues en mi trayectoria profesional, como un ejecutivo de alto nivel, siempre tienes a tu disposición grandes equipos que realizan estas tareas con tu visión y con tu instrucción”, comenta.
“A pesar de que yo tenía un excelente track record en mi trabajo previo, con Ashmore, y que tenía clientes institucionales, después de pasar un periodo de silencio regulatorio y que ya estaba en posición de poderlos contactar, todos estos clientes me decían: ‘Oye, te conocemos, tienes un excelente track record, pero ven con nosotros dentro de cinco años, ya que tengas tu track record propio y ya que tengas todo bien armado’, entonces tuve que tener mucha paciencia, resiliencia y buscar otras alternativas, como hacer relaciones institucionales con family offices”, expone Alejandro.
Llegar a NYSE
Para Alejandro Garza, llegar a la Bolsa de Valores Nueva York (NYSE por sus siglas en inglés) con su ETF especializado en nearshoring representa “cristalizar” en un solo momento todos los esfuerzos por consolidar Aztlan Equity Management.
Durante el análisis de tendencias en los mercados y al tener mucha conexión con el sector industrial y de real estate en Monterrey, los socios y colaboradores de esta firma independiente de gestión de fondos de inversión entendieron que podían desarrollar un producto enfocado a las compañías relacionadas con el efecto nearshoring.
“Hace un año nos dimos a la tarea de diseñar un producto que tuviera viabilidad comercial y también desde el punto de vista de compliance, porque hay un tema regulatorio que abordar, además de que tenga un buen desempeño y dé buenos rendimientos al inversionista.
“Anunciar un ETF especializado en Nearshoring en la Bolsa de Nueva York representa cristalizar todo en un solo momento”
“Durante el diseño nos dimos cuenta que México iba a ser muy complicado por la poca cantidad de empresas disponibles, y tuvimos que pivotear y replantear que fuera en toda la región de Norteamérica: México, Canadá y Estados Unidos, en los segmentos de fibras industriales, transportación y logística, almacenamiento e infraestructura de transporte”, explica Alejandro.
Cabe destacar que el producto financiero de Aztlan Equity Management es el primer fondo de inversión cotizado en Bolsa que se especializa en nearshoring, su precio de salida en la Bolsa de Valores de Nueva York fue de 20 dólares y tiene la clave de cotización NRSH.
