spot_imgspot_img

El carro del vecino

Por Jorge Fernández, Profesor de Análisis Bursátil – IEB Madrid, IAT Bursátil México

Si vives en una burbuja urbana como Monterrey, Guadalajara, o algunas partes de la inmensa Ciudad de México, eres como yo, víctima de la americanización de lo que percibimos como “riqueza”. Es prácticamente seguro que traemos un sesgo cargando que implica que el que trae el mejor carro es al que mejor le va.

Mi hipótesis es que este vicio proviene de la cultura americana de los 50’s, en la postguerra, cuando se hizo el re-propósito general de todas las plantas que hacían manufactura para el frente de batalla, y se convirtieron en grandes armadoras automotrices. En ese entonces el sueño americano llegaba para quedarse y la casa más grande, con el patio más bonito, y el flamante Lincoln estacionado en el porche eran señal de estabilidad económica.

Foto: Especial (Pixabay).

Hoy las casas pueden no tener patio, pero el automóvil de la entrada es una declaración pública de solvencia, o al menos eso dice el paradigma que me lleva a la reflexión de esta columna:

¿Tiene sentido sacar un crédito al 15% para comprar un depreciable inmediato del 20%?

La respuesta financiera es evidentemente “no”, pero hay tantas cosas que juegan en la psicología del uso de nuestros recursos, que la decisión difícilmente es racional. Seguimos, desde hace décadas, volteando a ver el carro del vecino para medir “cómo le va”, y luego solemos agarrar esa comparación para sentirnos mejor o peor.

Los invito a la reflexión sobre comprar un automóvil, como le digo a los banqueros junior cuando los veo pasar por la misma fiebre por la que yo pasé a esa edad: “No gastes dinero que no tienes para comprar un carro con el único propósito de impresionar durante 40 segundos al que le tocó estar parado al lado de ti en un semáforo, porque cuando los dos arranquen y lleguen a sus destinos no se van a acordar”.

Foto: Especial (Pixabay).

Todavía recuerdo que el papá de uno de mis amigos, que tiene uno de los patrimonios más grandes que conozco, maneja un auto francés básico del año 1998 hasta la fecha.

Eso sí, siempre impecable, porque cuando de verdad tienes dinero (y no practicas una particular pasión por los automóviles), lo que manejes te tiene sin cuidado, mientras andes cómodo.

Termino este consejo sabiendo que nadie es profeta en su tierra, y justo estoy buscando carro.   Me voy a poner a ver alemanes y a buscar el mejor financiamiento, porque el vecino está estrenando y no me puedo quedar atrás.

spot_imgspot_img

Artículos Recientes

spot_imgspot_img

Artículos Relacionados

Abrir chat
Hola
¿En qué podemos ayudarte?