Carlos “Tank” Lankenau, socio del equipo Fundidores de Monterrey, detalla cómo nació su gusto por el fútbol americano y lo que representa ser parte de un equipo campeón que establece precedentes.
Por Enrique Miranda
Sentar las bases de un nuevo nivel en la liga profesional del fútbol americano en México nunca fue parte de los objetivos personales o profesionales de Carlos Lankenau, mejor conocido como Tank, quien en la actualidad es uno de los cuatro socios que revolucionan este deporte en el país desde Monterrey, con el equipo Fundidores.
Para Tank, lo ocurrido el 21 de mayo de 2022 en el Estadio Caliente de Tijuana, Baja California, cuando el equipo por el que ha apostado y trabajado incansablemente desde 2021 ganó contra los Gallos Negros, fue el inicio de una vocación empresarial y una pasión por acrecentar la Liga de Fútbol Americano Profesional de México, con el ejemplo de la constancia, la organización, los reglamentos, el respeto por la afición y la apuesta por desarrollar a los mejores jugadores.
El entrevistado, quien es socio del equipo Fundidores, junto con Fabián Marcos, David Pérez Salinas y Gerardo Contreras, revela que la satisfacción, experiencia y compromiso que hoy tiene con este deporte fue resultado de un gusto adquirido hasta su época universitaria, pues, relata, hasta antes de ello, su deporte predilecto era el básquetbol.
“A pesar de lo que hoy muchas personas suponen por mi tamaño y gusto por el americano, yo nunca jugué este deporte. Fue en 2010 que gracias a mis primeros acercamientos con el fútbol americano desarrollé mucho furor, al grado de tener mi blog para el cual me dediqué a estudiar de lleno, viendo todos los partidos y analizando objetivamente a cada equipo y a cada jugador”, detalla Carlos “Tank” Lankenau.
Una nueva etapa
Si bien el equipo fue fundado el 29 de septiembre de 2017 en la capital del estado de Nuevo León, no gozó de un gran éxito pero sí ofrecía buenos espectáculos, según relata “Tank” Lankenau, quien añade que desde 2020 tuvo sus primeros acercamientos con el equipo para ser director comercial, gracias a sus conocimientos y contactos.
“Entonces llegó la posibilidad de trabajar con un equipo profesional, siendo fanático, pero en medio de una pandemia. Fue en 2021 que el equipo se vendió y decidí volverme socio con mis otros tres asociados, con quienes pusimos en marcha una fórmula que reposicionó Fundidores, cuestión que ayudó en el desarrollo de la Liga con mejores entrenadores y reclutamientos sólidos”, explica.
Que en el primer año como socios hayan ganado las finales, fue una victoria que el entrevistado reconoce totalmente a los jugadores. Pero, este triunfo, dice, es una escaparate para que el público mexicano y los aficionados del fútbol americano sepan que existe un equipo sobresaliente que está replanteando las reglas del juego y que es de carácter totalmente profesional.
Talento y afición
Para Carlos Lankenau, uno de los mayores tesoros al involucrarse como socio de un equipo de fútbol americano ha sido descubrir el negocio con sentido humano, que le ha permitido conocer personas, jugadores y entrenadores: “personas inteligentes, dedicadas, que buscan oportunidades de negocio más allá del deporte, y el poder hacer amigos gracias a este trabajo, ha sido muy gratificante, es un networking que no esperaba”.
Respecto a los jugadores, “Tank” explica que las plazas se componen por tres vertientes: las que llegan tras terminar la carrera, agentes libres de otros equipos y, por último, las plazas extranjeras. “Nosotros sentamos un precedente al traer como quarterback a Shelton Eppler, un gran descubrimiento de los coaches, quien es la cara del equipo y un excelente ser humano”, anota.
El entrevistado añade que el ambiente festivo de este deporte es más familiar y cercano en México que en Estados Unidos. En nuestro país los jugadores procuran el acercamiento con sus seguidores, una de las cualidades que de cara hacia el futuro usarán para crecer el éxito de Fundidores y el nivel del fútbol americano a nivel nacional.