José Vargas, fundador y CEO de SIMCo, emprendió a los 22 años, trajo desde ASIA la experiencia de jugar golf y beisbol a través de un simulador como si la gente estuviera jugando en cualquier campo del mundo.
Por Engge Chavarría
Arrancó a los 22 años su primer negocio. En un viaje universitario, organizado por el Tec de Monterrey a Asia, José Vargas, de sangre regia, observó el fenómeno cultural que se vivía en Corea del Sur en 2015, el auge y la popularidad de los “Screen Golf o Golf Coffee”, negocios dentro de los hoteles, centros comerciales o restaurantes en donde podías encontrar simuladores de golf, que literal conectaban con la gente; su tecnología permitía que la población practicara el deporte de una manera accesible y divertida, “tuve la oportunidad de vivirlo y vi que era un negocio que no existía en México.
Tal fue la inquietud que al día siguiente “estaba afuera del corporativo Golfzon, pidiendo una cita, la idea era cerrar un negocio con una de las empresas públicas que cotizan en una de las bolsas bursátiles más importantes del continente asiático y que en Corea del Sur al menos opera siete mil sucursales”.
José Vargas, hoy Fundador y CEO de SIMCo, asegura que su espíritu de empresario lo puso a prueba en aquella cita con Golfzon, “literalmente me puse el traje que tenía (en ese momento) ahí, insistí en una reunión y les presenté el proyecto para México, Estados Unidos y Latinoamérica.
“Los convencí esa tarde, me pidieron un plan de negocios …y así fue como terminé asociándome con mi papá y mi familia; un par de meses después (Golfzon) nos escogió entre las 18 solicitudes que tenía para traer (los simuladores) a Latinoamérica y ahí empezó el recorrido; llevamos ya ocho años trabajando en esto”, expone.
“Actualmente, ya no sólo nos dedicamos al tema del golf, ya incluimos béisbol a nuestro portafolio de servicios, distribuimos también simuladores de béisbol, y a través del financiamiento con bancos… estamos por llevar el concepto a Estados Unidos, porque en este momento se vive una fiebre por este deporte”, dijo Vargas a Lord Multitask.
José Vargas explica que para hacer esto posible, la empresa creó dos divisiones: Mulligans, que son espacios de entretenimiento en los que ofrecen la experiencia de jugar con los simuladores de golf y beisbol, presentan experiencias gastronómicas, mixología y deportes en vivo.
“En México, 1 de cada mil personas juega golf y en EU 1 de cada 9 y eso es realmente por la inaccesibilidad del deporte. México se sigue viendo como un deporte elitista, por ello nos hace mucho sentido traer esta tecnología y poder acercar la actividad a más gente”
En esta división, cuentan con más de 15 mil miembros registrados en sus nueve sucursales (Monterrey, Saltillo, San Luis Potosí y Tijuana), que significa más del 10% de los golfistas que hay en el país. En febrero de 2024 inaugurarán León (Guanajuato) y otras más en Monterrey, Ciudad de México, Guadalajara y Querétaro.
La segunda división es la distribución y venta de los simuladores de golf y beisbol en restaurantes, centros comerciales, desarrollos inmobiliarios, en centros de entretenimiento y también hacia particulares.
En 2020 las pérdidas, “una locura”
José Vargas recuerda que su “último momento de una vida normal” fue un día antes de que se anunciara el cierre de negocios y confinamiento por Covid-19 en marzo de 2020, “estaba en la Ciudad de México porque al otro día inaugurábamos la sucursal de Polanco y se canceló, teníamos todo listo para inaugurar el próximo día y fue a la que más le habíamos metido dinero”.
“Viví una mezcla de emociones, al mismo tiempo estaba por casarme y tratando de sobrevivir a las pérdidas, en 2020 le metimos el pie al acelerador…contratamos a mucha gente, estábamos abriendo hasta seis sucursales y de un día a otro teníamos que resolver problemas: pagar rentas y nóminas; y fueron casi tres años de mucha frustración, estuvo de locos”.
Sin embargo, dice que para salir de ese bache la estrategia fue enfocarse en la venta de los simuladores a nivel residencial, “la gente buscaba la forma de entretenerse y en esos seis meses rompimos récord de venta de equipos”, colocaron hasta 15 aparatos y eso fue lo que “lo que nos sacó a flote”.
Concluye que “muchas veces te van a decir que estás loco y que tu negocios no le hace sentido a la gente, creo que al final de cuentas un emprendedor tiene ese feeling de decir, estoy seguro que esto va a funcionar” y pese a que a te van a cerrar mil puertas, si realmente en tu mente confías en el proyecto y lo trabajas, encontrarás una manera de que funcione”.
La clave del éxito:
- Tendencias: observar movimientos culturales, económicos y deportivos que surgen a nivel global y detectar así un negocio.
- Sin temor al fracaso: Lo importante es trabajar en algo que te apasione, aún en circunstancias adversas.
- Capital humano: Valorar a tu equipo, atender a sus necesidades, darles herramientas de trabajo para mejorar resultados.
