Por Julián Rincón, Behavioral Economics, Leader en BBVA
Hasta ahora hemos hablado de tenis, golf y de hábitos. Grandes temas sin duda, pero ¿qué pasa con el amor? ¿Y las relaciones románticas? ¿Cómo puede ayudarme el saber sobre los sesgos en mis relaciones de pareja? Intentaremos dar un paseo por algunos de los que se manifiestan de manera más importante.
Partamos de la base de que conocer los sesgos no nos hace inmunes a ellos, aunque te puede ayudar a lidiar con algunas circunstancias.
Sabemos que los sesgos conductuales pueden tener un impacto significativo en nuestras percepciones y experiencias. Estos sesgos en el amor pueden surgir de nuestras propias experiencias pasadas, creencias arraigadas, y la forma en que hemos vivido nuestras relaciones.
Es importante reconocer y examinar estos sesgos para tener relaciones más saludables y equitativas.
Uno de los sesgos más comunes en el amor es la tendencia a idealizar a nuestra pareja. Sobre todo al principio de la relación, estamos como en una nube, todo lo vemos de color de rosa, ignorando o minimizando sus defectos. Lo que conocemos como efecto halo.
Esto puede llevar a expectativas poco realistas y decepciones más adelante en la relación. No te digo que te conviertas en un robot sin sentimientos, pero si piensas en este sesgo, podrás tener una visión más objetiva de tu pareja y aceptar tanto sus cualidades positivas como sus imperfecciones.
Este sesgo viene acompañado del sesgo de confirmación. Estamos tan enamorados de nuestra pareja que solo nos mostramos abiertos a recibir información que confirme este sentimiento. El famoso efecto avestruz cuando todo el mundo sabe que hay infidelidad en una relación pero la persona afectada se niega a verlo.
¿Estás casado? ¿Qué probabilidad le das a divorciarte? Todo el mundo sabe que el ratio de divorcios en el mundo occidental está alrededor del 50%, sin embargo las parejas que están a punto de casarse valoran su probabilidad de divorciarse como ínfima. Sharot, T (2011)
La psicóloga Tali Sharot ha realizado investigaciones sobre el optimismo y su impacto en nuestras vidas. Según sus estudios, el optimismo puede influir en nuestra perspectiva sobre el amor y nuestras relaciones. El optimismo nos ayuda a mantener una actitud positiva y a enfrentar los desafíos de manera más constructiva.
Cuando somos optimistas, tendemos a ver el amor como algo duradero y a tener expectativas positivas sobre nuestras relaciones. Esto puede influir en nuestra forma de interactuar con nuestra pareja, promoviendo una mayor comunicación, empatía y compromiso.
Esto es bueno, peeeero es importante tener en cuenta que el optimismo también puede llevarnos a ignorar posibles problemas o a sobrevalorar la estabilidad de una relación. Por lo tanto, es fundamental equilibrar el optimismo con una evaluación realista de nuestras relaciones y estar dispuestos a enfrentar los desafíos que puedan surgir.
En resumen, el optimismo, el efecto halo, el sesgo de confirmación pueden jugar un papel importante en nuestras experiencias amorosas, por lo que es necesario buscar un equilibrio realista y estar dispuestos a trabajar en nuestras relaciones para lograr una conexión más profunda y satisfactoria.
Y nos dejamos un montón de sesgos más pero, ¿acaso el amor es racional?